Al buscar un tema para iniciar el análisis contemporáneo, me es imposible no analizar los conflictos por la educación, intenté sin éxito desarrollar otros temas al comienzo para no caer en la obviedad de lo contingente, pero dado que sólo eran textos lateros, abocaré un par de páginas a la educación.
Para evitar enfrentar desde un inicio al lector a ideas que quizás no le agraden, estableceré algunas condiciones, las que estimo, todos estaremos de acuerdo:
1 La educación aumenta el capital humano, es un ascensor social que nos permite desarrollarnos personal y económicamente dentro de la sociedad, aportando valor agregado a nuestro trabajo, haciéndolo más eficiente, más confiable, más seguro y más caro.
2 Es innegable la existencia de carreras con muy bajas expectativas de retorno de la inversión económica, si usted estudia arte (sólo como ejemplo, para que no se me enojen los artistas), probablemente enriquezca su alma, pero deberá contar con un mecenas (familiar o inversionista externo) que recupere lo invertido en su formación y desarrollo artístico mediante una participación de sus ganancias o la alegría de verlo feliz.
3 Si bien el producir buena educación es caro (entendiendo buena educación como educación de calidad y que entregue un gran valor agregado a quien la recibe), existe consenso en que la rentabilidad social y personal de la educación es altísima comparadas con otras inversiones, si usted tiene algún capital y es adverso al riesgo para formar un emprendimiento (cangón) es muy recomendable que lo invierta en su formación.
4 La rentabilidad de educación tiene un incremental decreciente, es decir si usted no tenía ninguna formación y estudia educación primaria, tendrá un incremento en su renta del 100%, si luego continua estudiando y termina la formación secundaria, su incremento en la renta será de 80%, si posteriormente desarrolla una carrera universitaria su incremento será de 50% en su remuneración y así sucesivamente con un magister o un MBA, el cual tiene estimados incrementos de renta de 25%.
5. Los recursos son escasos y las necesidades infinitas (no merece mayor explicación, todos vivimos esta paradoja a fin de mes).
6. No todos tenemos las competencias, ni necesitamos ser Médicos, Abogados o Ingenieros para ser felices, la felicidad la logra en la medida que se esfuerza y alcanza SU proyecto de vida. Esta idea muy arraigada en la cultura Chilensis, ha ido perdiendo fuerza en la medida que el país requiere y valora la formación de competencias técnicas de calidad profesional. (encuentre un buen, pero buen gasfíter y no lo deje ir nunca mas).
7. La educación Chilena gratuita (municipal o subvencionada) es en general de muy baja calidad, esta mala educación se hace más inmoral al contrastarla con la educación de elite de los colegios privados o algunas universidades pagadas (utilizo pagadas por qué no puedo remitirme sólo a las estatales o las privadas), o algunos colegios bilingües con infraestructura inmobiliaria y deportiva que intimidan al visitarlos y uno solamente se puede preguntar: ¿cuánto costará esta weá al mes?
8. Los Estudiantes, en su gran mayoría no votan, debemos considerar que de la masa total de estudiantes activos (8° Básico a 5° año de estudios superiores) un gran porcentaje de ellos son menores de 18 años, del resto la mayoría de los ya definidos como “mal educados” que están afectos al problema social, no tiene ninguna motivación por levantarse un día temprano a votar, porque no creen en la clase política, por ende, la masa estudiantil no es el mercado de los políticos, el político vende votos y los estudiantes no tienen poder comprador de votos.
9 El gremio de profesores, se preocupa por los profesores que conforman el gremio, Esta obviedad, no debe ser perdida de vista por más simple que resulte, si usted es alumno, apoderado, o sostenedor de un colegio, usted no es el foco principal del gremio de profesores. Si usted es un ex profesor jubilado o un estudiante de pedagogía, tampoco le interesan al gremio (Ok, convengo con usted en que le interesan como un ex cliente y un futuro cliente respectivamente, pero no son el objetivo) A las asociaciones gremiales las motiva el bienestar (estabilidad, buena remuneración, vacaciones, beneficios) de los acogidos al gremio, sólo así se puede lograr una asociación gremial poderosa y con voz (ojo, este punto no es una crítica al gremio, es una descripción de la realidad).
Establecidas estas condiciones de borde, dejémonos caer en la situación actual, varios meses de paros y tomas en los colegios Chilenos, producto de la innegable Mala educación actual han decantado en la exigencia de dos puntos muy concretos por parte de los estudiantes:
1 Fin al Lucro en la educación (lucro que por ley no existe, pero en la realidad hay casos que rayan la usura)
2 Educación gratis, para todos, siempre (de pre básica a universitaria)
El gobierno por su parte responde lo mismo que respondería cualquier gobierno de cualquier coalición con la excepción de que este tiene una pésima política comunicacional:
“no, no, bueno ya… pero sentémonos a conversar, mientras arreglo otros cachitos, total esta cuestión venia así de antes”
El tema del lucro, como cuestión genérica no es per se negativo, yo, al igual que usted, lucramos todos los días con nuestro trabajo, es más, aspiramos a aumentar nuestro lucro e idealmente reducir nuestro esfuerzo, no es un pecado social ni moral mientras se mantenga acotado a ciertas reglas, estas normas se ponen especialmente delicadas cuando hablamos de bienes sociales como educación, salud y seguridad. Desde ese punto de vista es perfectamente entendible cuando los estudiantes y la sociedad levantan la voz con molestia por algunos casos (son varios, pero no son todos) de lucro excesivo en educación, los niveles de crecimiento de universidades privadas, que no pueden esconder su lucro y reinvierten en más salas, más edificios, más marketing en diciembre para captar alumnos desorientados, son vergonzosos, si bien el lucro en el tema educacional está descontrolado y necesita de regularización (palabra que a los libremercadistas les genera piduye), no es en sí el fondo del problema. Si de raíz mañana se acaba el lucro, se acabaría la motivación de los privados por sostener colegios y ni hablarles de invertir en mejorar la educación. Entonces, usted sugerirá, que el estado se haga cargo de la educación, ufff… no ganamos el mundial con Bielsa en la banca y usted quiere llamar al Azcargorta. El estado ha demostrado ser un pésimo administrador, es evidente que su cobertura (especialmente en un país con las dificultades geográficas de Chile, su velocidad de reacción, su recurso humano, no está capacitado para competir con máquinas eficientes como lo son los colegios de elite, donde se reconoce y se premia a los mejores pero también se castiga y a veces se expulsa a los peores. Si tiene dudas respecto a la eficiencia del estado lo invito a acercarse a cualquier departamento de su municipalidad a realizar un trámite.
Finalmente nos queda la educación gratis para todos, ¿Quién podría negarse a una oferta así?, suena casi al sr Corlenone “tengo una oferta que no podrás rechazar…”, personalmente para mi sería tremendamente atractivo que me aliviaran el peso de la educación de 2 niños, que por el costo de su educación, deberían garantizarme que serán directores o presidentes de algo. Firmaría inmediatamente por el candidato que me ofrezca un 30% de descuento en la matricula… no pido nada más, hasta aquí sólo los amigos de VISA se han pronunciado con 12 cuotas sin intereses y 5% de descuento en el colegio si pago todo el año en marzo.
Regresando al tema original, educación gratis para todos solamente aumentaría el desequilibrio social, quienes tenemos la suerte de ser sujetos de crédito que nos encalillamos para pagar la mensualidad, seguramente destinaríamos el dinero (no poco) que hoy se va a la mensualidad, a alguna inversión que separaría más las clases sociales, o en el peor de los casos, lo gastaríamos en lujos de consumo y vicios que harían que nuestros fondos, en vez de ir a dar al lucro diabólico de los colegios, fueran a apoyar a los pobres dueños de hipermercados y multitiendas.
OK, para todos no… pero educación gratis para los que lo necesitan, para poder avanzar en ese punto es necesario que supongamos 2 cosas:
1 Usted valora lo que le regalan (si la educación es gratis usted asistirá a todas las clases y se esforzara tanto como si fuera de su costo).
2 Existirá un moderno y eficiente sistema de discriminación social que dirá con precisión y sin estafas quienes pueden acceder a educación gratis.
Suponiendo que los olmos nos darán peras, continuemos con el análisis, recuerda que al inicio de este texto dijimos la “educación es capital humano”?, Este capital hace que un hombre capaz, en vez de recibir el sueldo mínimo por trabajar como jornalero por un mes, gane 16 Sueldos mínimos en 1 hora haciendo una operación a la cornea, podría usted explicarme ¿por qué debemos regalarle a ese hombre un capital tan valioso, que en 20 años lo transformara en millonario? De la misma manera un taxista podría acercarse a una automotora y decir: tengo derecho a ganarme la vida como empresario del transporte, regáleme 5 taxis que daré empleo en mi barrio, en este minuto usted piensa: “este facho compara la educación con una compraventa de autos”, recuerde que estamos realizando una mirada económica del conflicto educacional y para bien o para mal, la sociedad hoy se maneja en este marco.
¿Dónde parece estar el equilibrio?, según este servidor, lo que falta es igualdad de oportunidades, no de regalos, sino de facilidades para que cada persona explote al máximo sus potenciales de desarrollo, aportando a la sociedad y generando riqueza (económica y espiritual) para sí mismo, es cierto, parte de esta igualdad de oportunidades pasa por reducir y controlar tanto los lucros directos de la educación como los lucros anexos (lucro económico de los bancos, lucros en la venta de textos de estudio, lucros culturales, lucros en gastos de transporte de estudiantes, etc…) pero el lucro en si no es la madre del cordero, es sólo un componente poco estético del problema. El pagar lo que recibimos nos hace valorarlo en su real dimensión, sólo un ejemplo interesante de esto es la ultima política del Sence que obliga al trabajador que opta a un curso a pagar de su bolsillo el 20% del valor del curso, monto que se le devuelve cuando este aprueba con éxito el curso, una vez más la solución parece estar por poner los incentivos correctos en el lugar apropiado.