miércoles, 19 de octubre de 2011

El patito violador y sus secuaces

Tanto usted como yo somos bombardeados diariamente vía teléfono, televisión e internet con súper ofertas de créditos de consumo e hipotecarios express y a tasas “irrepetibles”, el Patito de Banco Estado en colusión con los monitos de colores el BCI y la familia feliz del Banco Chile insisten en seducirnos.

Uno, que ya ha sido repetitivamente violado por distintos bancos, resiste hasta el último minuto de caer en la tentación del patito y sus secuaces, hasta que aparece el personaje siniestro de Marzo, Septiembre o Diciembre del Santander que me recuerda que con mis flujos normales de efectivo y que no hay forma de seguir haciendo pedalear esta bicicleta.

OK, parece que se hace inevitable la última opción, vender nuestra alma al diablo en 48 cuotas, conscientes de que esta no era la salida ideal, dilatamos esta opción hasta el último minuto, cuando todas nuestras fuentes de recursos formales e informales están en cero, entonces, casi como dejándonos querer, nos acercamos a una de estas dos opciones:
  • Nuestro banco de siempre, cuyo ejecutivo cercano sólo conocemos por una cariñosa llamada anual para nuestro cumpleaños (casi como si fuéramos amigos de Facebook),
  • El banco que muestra en televisión la súper, extra, hiper, irepetible tasa (pero que nunca habla de las comisiones, gastos por cobranza, seguros asociados, etc…)
En ambos caso entramos al banco muy cancheros, con la seguridad de sentirnos un cliente difícil que premiará al banco con nuestra preferencia, pero también llevamos oculta la presión de que si ese crédito no está aprobado y cursado en 48 horas, probablemente tengamos que alunizar en un supermercado con la lista del mes.

En un principio la operación se ve simple, una linda ejecutiva nos indica en 15 minutos que el crédito está “pre-aprobado”, sólo debemos formalizar unos papelitos para que los fondos estén disponibles en 1 día hábil, aquí comienza la odisea, hay que entrar a bucear en carpetas, páginas Web y escanear documentos de 10 paginas con todos sus anexos, para obtener respaldos de todos nuestros pasivos (hipotecarios, Créditos de consumo, Tarjetas de Crédito, Tarjetas de Multitienda), activos (Padrón del Auto, Escritura del la casa) y flujos (Liquidaciones de sueldo, boletas) .

Luego de 3 días, cuando logramos juntar 20 archivos escaneados y enviarlos 3 veces en distintos formatos, hasta que logran entrar en el buzón de nuestro ejecutivo, nos encontramos con la primera gracia del banco, la súper, hiper, mega tasa, ya no se aplica a nosotros, ¿Por qué?, ¿El Banco nos mintió?... Claro que no explica mi ejecutivo (cómplice del patito), sucede que esa tasa especial era por un monto y un plazo definido, como nuestro monto es distinto y además quiero pagarlo en un plazo menor al propuesto, esta súper oferta no corre.

En ese minuto una sensación de vulnaberabilidad nos hace sentir indefensos, la molestia es evidente, pero la presión por las lucas aumenta exponencialmente, además, el ejecutivo nos dijo que la diferencia mensual era “poquita” y que mejor nos apuramos porque el próximo lunes suben las tasas (mentira típica del patito).

Con los documentos enviados electrónicamente, sólo falta que nos acerquemos a firmar al banco y los fondos estarán disponibles en el día, por fin parece que se ve la luz, cuando algo que iba a tomar 48 horas se transforma en casi 2 semanas, cada segundo cuenta y otro secuaz del patito, vestido de guardia de banco se ofrece desinteresadamente para atendernos en la tarde y permitirnos ir a firmar los documentos cuando el banco está cerrado.

Justo ahí viene la segunda puñalada, al leer el único número interesante dentro de 60 hojasdel contrato bancario que debemos firmar y estampar la huella digital, vemos que el valor cuota subió nuevamente, ¿Qué pasó aquí? ¿El Banco nos mintió Nuevamente?... Claro que no dice mi ejecutivo saludador de cumpleaños por facebook, lo que pasa es que olvidamos incluir el seguro de degravamen, y el de desempleo y el impuesto de timbres y estampillas…

Entonces usted pensará: yo soy libre de rechazar estas condiciones e irme a otro banco… es cierto, pero era mucho más libre hace un mes atrás, cuando no tenía la presión de la mensualidad del colegio o el sueldo de la nana, hoy su libertad es relativa y una vez más cayó en las garras del patito.

Sin querer extenderme más con detalles dolorosos que usted ya ha vivido en carne propia, le dejo 3 consejos básicos para hacer un poco menos traumática la experiencia de la violación bancaria:
  1. Nunca negociar bajo presión, evalue las alternativas de crédito disponibles antes de estar con la soga al cuello, usted no es el Chuck Norris de las finanzas.
  2. Cotizar en varios bancos, intente hablar con seres humanos, cara a cara (a la antigua), no vía teléfono ni web, esto dificultará que de un minuto a otro le cambien las condiciones y usted tenga que encontrarse reclamandole a una pantalla.
  3. Comparar sólo el valor de la cuota, no considerar la tasa, ni el valor de los seguros, ni el LCD que le “regalarán”. Exíjale al patito que le indique: cuánto va a pagar al mes, sin ninguna condición especial (Pago Automatico de Cuentas, Campañas o Promociones) que después podrían cambiar.

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